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PIERNAS DESCANSADAS Y SIN CELULITIS

  LA MALA CIRCULACIÓN ES UN PROBLEMA FRECUENTE EN LAS MUJERES QUE CONLLEVA SÍNTOMAS MOLESTOS: HINCHAZÓN, FLACIDEZ Y LA TEMIDA CELULITIS. UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE Y EL EJERCICIO FÍSICO REGULAR SERÁN LOS ALIADOS PARA MEJORARLA. TEXTOS SANDRA UBIA LICENCIADA EN MEDICINA FOTOS AGENCIAS   
REVISTA PESO PERFECTO



   Con el paso de los años, las paredes de los vasos sanguíneos pierden su elasticidad, y se hace más difícil la circulación de la sangre. Una de las causas principales de que esto ocurra es el exceso de peso, aunque también existen factores genéticos y hereditarios que pueden determinar la aparición de deficiencias en el sistema circulatorio.


   En cualquier caso, la sintomatología que acompaña a esta dolencia es muy molesta para quienes la padecen: retención de líquidos, calambres, cansancio y pesadez en las piernas, hinchazón en los pies o en los tobillos... Normalmente, la persona nota cómo los síntomas se agudiza durante el día, y se hacen más intensos aun al anochecer. En épocas calurosas, son más evidentes, Sólo remiten con reposo, al elevar las extremidades inferiores o al aplicar frío.


   Existen numerosas situaciones de la vida cotidiana que pueden agravar la mala circulación, como los trabajos que requieren que la persona esté todo el día de pie o, a la inversa, sentada.


   De hecho, es alto el porcentaje de personas, sobre todo mujeres, que padecen cansancio en las piernas o insuficiencia venosa. Ésta se produce cuando no llega suficiente sangre a los vasos sanguíneos. El plasma transporta el oxígeno en un recorrido por todo nuestro organismo impulsado por el corazón, y después vuelve a él trayendo dióxido de carbono. Cuando la circulación no es buena, debido a que los vasos sanguíneos han perdido su elasticidad, se hace más difícil el retorno venoso de la sangre al corazón y eso es lo que favorece la hinchazón, el dolor, la sensación de pesadez y que, a la larga, surjan otras temidas consecuencias, como celulitis y flacidez.

   El sobrepeso, un embarazo —ya que implica ganar un peso adicional—, los déficit circulatorios ola diabetes son factores que pueden contribuir a empeorar la circulación sanguínea en nuestras piernas, y eso puede llegar a desembocar en varices, calambres, edemas...


ES ALTO EL PORCENTAJE DE PESONAS, SOBRE TODO MUJERES, QUE PADECEN CANSANCIO EN LAS PIERNAS O INSUFICIENCIA VENOSA

   ALIMENTOS PROHIBIDOS. Además de la falta de ejercicio, el sobrepeso y un trabajo sedentario o que obligue a estar mucho tiempo de pie, uno de los factores que influyen de manera más negativa sobre la circulación es el contenido en grasas de los alimentos que ingerimos. Éstas se acumulan en as paredes de los vasos sanguíneos y provocan cambios en su fisiología, lo que dificulta el tránsito fluido de la sangre.


   Las grasas que más perjudican a nuestra circulación son las de tipo saturado, que se encuentran en la leche entera, la nata, la mantequilla, los embutidos, la bollería industrial, los platos precocinados, etcétera. Un consumo excesivo de alimentos ricos en este tipo de grasas aumenta los niveles de colesterol triglicéridos plasmáticos y aumenta la viscosidad de la sangre, lo que incide en una mala circulación.



   Conviene recordar que existen dos tipos de colesterol en sangre: por un lado, el colesterol LOL (también llamado “malo”); es el colesterol que se deposita sobre la pared de las arterias y las endurece. Por otro lado, encontramos el colesterol HOL (o “bueno”), que es el que transporta al colesterol malo hacia el hígado para su eliminación. Así, ayuda a limpiar las arterias y facilita la circulación. Por lo tanto, un nivel alto de este último tipo de colesterol es beneficioso.


    Las personas que tienen niveles bajos de colesterol HDL tendrán más probabilidades de sufrir las consecuencias de una mala circulación y también de padecer una enfermedad cardiaca.


    Otro aspecto a tener en cuenta desde el punto de vista alimenticio es el consumo de sal. Pese a que es nuestra fuente principal de sodio, éste, en exceso, tiene la propiedad de retener agua, lo que puede relacionarse con trastornos circulatorios y de retención de líquidos. Por ello, conviene vigilar la cantidad de sal que utilizamos para cocinar y condimentar los platos, así como evitar comer alimentos conservados o enlatados, ahumados y precocinados, pues suelen contener mucha sal.


    Además, existen otras sustancias, como el café, el alcohol o el tabaco, que, por su composición, pueden dar pie o agravar problemas circulatorios.

 
PROBABILIDADES. Durante el embarazo es frecuente que las piernas sufran más, en especial durante el último trimestre, cuando el peso que se ha ganado es mayor. Es entonces cuando se notan más cansadas las piernas, se tienen más molestias y sensación de hinchazón... La circulación se hace más difícil y es muy habitual que aparezca la retención de líquidos.


    Asimismo, las personas de edad avanzada tienen mayor probabilidad de padecer una mala circulación. Y el sexo también influye, puesto que se presenta con mayor incidencia en las mujeres que en los varones, siendo el doble de veces más frecuente la aparición de problemas circulatorios en las primeras.


    DIETA ACONSEJADA. Disponemos de muchos alimentos que: debido a su composición y características metabólicas, contribuyen a mejorar los problemas de la circulación de la sangre. Las grasas poliinsaturadas, al contrario que las saturadas a las que antes aludíamos, tienen la capacidad de disminuir la viscosidad de la sangre y favorecer e] riego sanguíneo. Este tipo de grasas se encuentran en los aceites de semillas (girasol, maíz, soja...), los frutos secos y el pescado azul (bonito, atún, sardinas, salmón...).


    Además, aumentan la cantidad de colesterol “buenos o FIDL y hacen que el colesterol malo” o LDL no se acumule alrededor de las arterias, lo que evita que se formen placas en las paredes de los vasos sanguíneos (enfermedad denominada artertosclerosis).


    Resulta también beneficioso consumir alimentos ricos en potasio. Al contrario que el sodio, tiene la propiedad de eliminar el agua, por lo que es interesante incluir en la dieta alimentos que contengan este mineral, como las hortalizas y verduras, las frutas frescas, los cereales integrales, la levadura de cerveza y las legumbres. Las verduras y vegetales son, asimismo, ricos en fibra, un elemento muy beneficioso en caso de sufrir problemas de circulación, ya que tiene la facultad de captar ciertas sustancias a nivel intestinal impidiendo su absorción, entre ellas el colesterol y las grasas.
    INGESTA DE LÍQUIDO. Cuando se tiene mala circulación es importante, además de llevar una dieta rica en fibra y verduras, aumentar e( consumo de líquidos, pues favorece la eliminación de toxinas y diluye la sangre. El agua es la bebida más recomendable, si bien existen otras beneficiosas, y que en algunos casos resultan más agradables de consumir, como los zumos de frutas (el de piña tiene una potente acción diurética) y hortalizas o los caldos de verduras. Otra manera de beber agua es mediante infusiones: resultan especialmente aconsejables para la circulación el té rojo y el té verde.


    EJERCICIO REGULAR. Caminar, nadar, correr o simplemente mover las piernas es a mejor manera para favorecer el retorno venoso y mejorar los síntomas asociados a una mala circulación. También notarás los efectos si buscas unos minutos cada día para estirarte con las piernas en alto unos minutos.•


EJERCICIOS PARA UNAS PIERNAS FIRMES

 • Para evitar la flacidez de las piernas, mejorar la circulación y evitar la celulitis, te proponemos una serie de ejercicios a tu alcance:


 • Camina 30-40 minutos diarios: prueba a ir andando al trabajo o sal a pasear siempre que puedas.

 • Utiliza mas la bicicleta: si entre se mana te es imposible intenta salir a dar una vuelta los fines de semana; montar en bici es un ejercicio muy completo que, además de fortalecer tus piernas, hará que estés en buena forma física. Si no tienes bicicleta o no tienes demasiado tiempo, puedes recurrir a una bici estática. Podrás pedalear en casa durante 20 minutos mientras ves la televisión o escuchas música.
 
 • Acuéstate en el suelo, tumbada sobre el lado derecho, flexiona las piernas 90º sube la pierna doblada y haz 3 series de 10-15 repeticiones a cada una.


 • Anda de puntillas, mueve los dedos de los pies, realiza ejercicios de flexiones talón-punta repitiendo varias veces cuando estés tumbada; y mueve las puntas de los pies hacia dentro y hacia fuera.


 • Acompaña estos ejercicios con una dieta baja en calorías y rica en productos que contengan fibra.

TRUCOS PARA UNA MEJOR CIRCULACIÓN


 •  Mantener posturas fijas e inmoviles, durante horas (por ejemplo en trabajos que obligan a estar de pie todo el tiempo es perjudicial para la circulación de las piernas.


 • Si tu trabajo te obliga a estar muchas horas sentada, levántate de vez en cuando y anda durante dos o tres minutos. Si estás de pie muevete de vez en cuando e intenta sentarte a ratos, pues no te beneficia mantener la misma postura. Debes ir variando


 • Intenta cuando estés sentada, no cruzar las piernas, ya que impides una correcta circulación de la sangre y favoreces que salgan varices.


 • Evita vestir prendas muy ajustadas que dificulten la circulación, como medias muy apretadas, leggins o pantalones estrechos.


 • El sobrepeso tampoco ayuda a mejorar la circulación. Procura hacer ejercicio físico con cierta regularidad y adopta como costumbre una dieta equilibrada


 • Los cambios bruscos de temperatura pueden descompensar el flujo sanguíneo. Por eso las saunas y duchas de agua fría no son del todo recomendables. No abuses de las zonas termales, pues, en exceso, pueden ir en contra de una buena circulación.


 • Procura evitar el consumo de bebidas o alimentos estimulantes como la teína, la cafeína, el chocolate y el tabaco. No olvides beber dos litros de agua diarios. También ayudarán a mejorar la circulación los zumos de frutas diuréticas como la piña.


 • En cuanto a la fitoterapia, o terapia a base de plantas medicinales, el ginko, conocido también como el árbol de los 40 escudos, será u aliado perfecto para reactivar la circulación.


 • Si no te es posible practicar deporte o acudir a un gimnasio para hacer ejercicio físico de manera regular, aprovecha siempre que puedas para caminar. Sólo con 40 minutos diarios notarás los efectos.


 • Procura descansar cuando estés en casa con las piernas en alto.


 • Controla la tensión arterial y evita los kilos de más. Será la mejor manera de que tus piernas se mantengan ágiles y en plena forma.